A estas alturas nadie es ajeno a la manta de agua que está cayendo en España (en medio mundo, en realidad) durante este invierno. Tanto es así, que ríos que hace años que estaban secos y prácticamente nadie se acordaba de ellos ya, han vuelto a cobrar vida con renovada fuerza, causando más de un trastorno a las carreteras o casas que durante su “ausencia” se hubieran construido.
Las imágenes que se están viendo en La Mancha son sorprendentes: enormes lagunas, del tamaño de varios campos de fútbol, en los márgenes de las carreteras; ríos, de los que solamente quedaba el nombre, con su cauce completamente lleno e incluso anegando las zonas limítrofes; el acuífero 23, subterráneo en su mayor parte, lleno a rebosar y provocando grietas y socavones en los campos de la zona de Daimiel al expulsar las bolsas de aire que contenía…
En fin, un espectáculo al que no estamos acostumbrados y que nos está dejando algo desconcertados a los manchegos.
Las fotos que pongo son de esta misma mañana, el río Záncara, cerca de Alcázar de San Juan y a su paso por la carretera que viene de Manzanares, también ha decidido salirse de su cauce, inundar los cultivos cercanos y ni siquiera una carretera le va a detener en su camino.
Habrá que acostumbrarse, a veces la Naturaleza reclama lo que es suyo, y quizá vaya siendo hora de cambiar los coches por motos acuáticas…
Las imágenes que se están viendo en La Mancha son sorprendentes: enormes lagunas, del tamaño de varios campos de fútbol, en los márgenes de las carreteras; ríos, de los que solamente quedaba el nombre, con su cauce completamente lleno e incluso anegando las zonas limítrofes; el acuífero 23, subterráneo en su mayor parte, lleno a rebosar y provocando grietas y socavones en los campos de la zona de Daimiel al expulsar las bolsas de aire que contenía…
En fin, un espectáculo al que no estamos acostumbrados y que nos está dejando algo desconcertados a los manchegos.
Las fotos que pongo son de esta misma mañana, el río Záncara, cerca de Alcázar de San Juan y a su paso por la carretera que viene de Manzanares, también ha decidido salirse de su cauce, inundar los cultivos cercanos y ni siquiera una carretera le va a detener en su camino.
Habrá que acostumbrarse, a veces la Naturaleza reclama lo que es suyo, y quizá vaya siendo hora de cambiar los coches por motos acuáticas…
¡¡Gatito!! la Tierra se está "revelando" tanto desastre en todo el mundo..que horror...me da susto. Lo único que espero que si viene el fin de mundo sea después del último episodio Lost. Un abrazo Alba
ResponderEliminarJeje, el otro día comentaba con unos amigos la película 2012, esa que profetiza el fin del mundo dentro de un par de años… y me parece que no vamos a tener que esperar tanto.
ResponderEliminarBueno, esperemos que todo se arregle, que ya solo van a faltar que se confirme que existen los extraterrestres. Abrazos.