jueves, 25 de enero de 2007

Banderas de Nuestros Padres (La Batalla de Iwo Jima)

La industria del cine sigue usando el conflicto de la Segunda Guerra Mundial para sacar nuevas historias que contar, mostrando, sobre algún pasaje concreto, lo que en el mundo pasó aquellos años y quizás en parte, buscando una reflexión para evitar que vuelva a suceder. Así, en los últimos años hemos asistido en primera línea de fuego al desembarco de Normandia según los ojos de Steven Spielberg en “Salvad al Soldado Ryan” (nunca entenderé como se pudo traducir como “Salvar…”), hemos sufrido el asedio a la ciudad de Stalingrado en “Enemigo a las Puertas” – que sirvió de base para una de las pantallas del juego para PC Comandos 3-, los trágicos últimos días de Berlín y el mismísimo Adolf Hitler en “El Hundimiento” – de producción europea- e incluso la razón por la que Estados Unidos entró de lleno en el conflicto tras el ataque japonés a “Pearl Harbour”.

Una nueva entrega nos llega con esta “Banderas de Nuestros Padres” donde presenciamos el principio de la derrota del Imperio nipón por parte de los americanos al conquistar la isla de Iwo Jima, enclave estratégico para la victoria de la Guerra del Pacifico. Y esta vez, la originalidad del planteamiento que nos ofrece Clint Eastwood radica no en la batalla o las escenas de combate en sí, brillantemente rodadas por cierto, sino en poner al descubierto el circo que montaron con los tres supervivientes de lo seis que colocaron la bandera en lo alto del monte Suribachi al quinto día de los cuarenta que duró la campaña, momento que pasó a la posteridad gracias a la fotografía más famosa de toda la Segunda Guerra Mundial.

Así, Eastwood va más allá y basa su relato en la necesidad de un país por tener héroes, muchachos a los que el azar convierte en celebridades a su pesar, sobre la conveniencia de aprovechar esa fama efímera para seguir financiando el conflicto hasta el final y de cómo de una foto, de un momento fijo en la Historia, se puede forjar un símbolo a través del cual una nación puede ganar una guerra…

O puede que no, viéndola me he acordado que aquellas imágenes de la guerra de Irak transmitidas a todo el mundo hace unos años donde unos soldados derribaban la estatua de Sadam Husein… ¿Realmente basta una imagen para ganar una guerra o solo crea la falsa ilusión de que se ha ganado? ¿Hasta que punto trabajan las campañas de propaganda militar y hasta donde es ético que lleguen con tal de influir en la opinión publica? Lo que hicieron en la Segunda Guerra Mundial con la foto de Iwo Jima desde luego fue positivo, se ganó la guerra, no parecen estar teniendo tanta suerte con lo hecho en Irak


Imagen: Monumento a la Marina (Estatua de Iwo Jima) Arlintong, Virginia.

2 comentarios:

  1. Hola!!

    Fuimos ayer a ver la peli, la verdad es que tenía muchas ganas. Para mi gusto, bastante lenta.... no sé hay veces que dices: ufff venga arranca!! :) Estoy de acuerdo en que la peli se centra más en mostrar el circo de la guerra y lo que hay que hacer para financiarla. He echado de menos más acción. Por lo visto dentro de poco se estranará la versión japo, hecha también por Eastwood, "cartas desde Iwo Jima"

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  2. A mi la peli tambien me ha parecido un poco lenta, y un poco liosa al verse en tantos momentos temporales distintos. Quiza al principio hubiera sido deseable un desarrollo mas lineal...

    A ver que tal esta la versión japo, debe ser curiosa como les ordenaron defender la isla hasta la muerte...

    Salu2

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