Comenzaremos con el Monte Nebo y Madaba, a mediodía estaremos en el Castillo de Kerak y al anochecer llegaremos a Aqaba, al sur de Jordania, a las orillas del Mar Rojo.
7.- Monte Nebo
Cuenta la Biblia que Moisés partió con su pueblo de Egipto y, tras abrir las aguas del Mar Rojo, inició una larga travesía de cuarenta años en el desierto hasta llegar a la Tierra Prometida. El Monte Nebo marca el lugar desde donde Moisés contemplo esa Tierra Prometida, a la que, por divinos designios, tenía prohibida la entrada, reservada únicamente para las nuevas generaciones de hebreos libres.
Allí se encuentra construido hoy en día el Memorial a Moisés, aunque no es su tumba, ya que ésta nunca se pudo encontrar. Es zona de peregrinaje y fue el punto de partida de la visita que a Tierra Santa hizo Juan Pablo II en el año 2000 (un olivo conmemora el acontecimiento)
Y es que desde allí se puede divisar una buena panorámica de la Tierra Santa: las montañas de Judea y Samaría. En los días más claros podemos llegar a ver Belén, el Monte de los Olivos, el Mar Muerto y el valle de Jericó entre otros lugares (lastima que el día no estuviese nada claro…)
El complejo consta de una iglesia, un pequeño museo y La Serpiente en la Cruz, que recuerda uno de los más famosos milagros de Moisés.
8.- Madaba
Madaba y las tierras de los alrededores formaban parte de la provincia romana de Arabia. En el Siglo V y tras la conversión de los romanos al cristianismo, Madaba fue sede del Obispado, iniciándose la construcción de numerosas iglesias que eran adornadas con mosaicos en el suelo.
El más famoso es el de la Iglesia de San Jorge, fechado en la segunda mitad del siglo VI, descubierto en 1884 y parcialmente destruido en 1890 por un arquitecto necio que no supo valorar el hallazgo en su justa medida.
En realidad se trata de un mapa de Tierra Santa en el que podemos apreciar Jerusalén, el Valle del Jordán, el río Nilo, el río Jordán y el Mar muerto, con abundantes explicaciones escritas al lado de cada objeto.
Próxima entrega: Fortaleza de Kerak
No veas lo que están dando de sí tus vacaciones. Qué de cosas viste ¿no?. Qué bien que te lo montas...
ResponderEliminarEn fín, que me pasaba por aquí para dejarte un besillo. Que hace muuuuuucho que no te veo.
Pero te tengo controlao vía reader, que lo sepas. Así que mucho cuidao con lo que escribes que me entero :P
Estos si que son lugares bíblicos, por cierto que maldad la del arquitecto cargarse parte de una maravilla como esa.
ResponderEliminarEsperamos la próxima entrega.
Un saludo.
Yo, que alegría volver a verte por aquí, te devuelvo el besillo junto con un gran abrazo. Que conste que yo también te sigo, a ti y a tu nueva compañera, que parece no estar en su mejor momento, animo, eso nubarrones se acaban yendo con el tiempo…
ResponderEliminarLa verdad es el viaje a Jordania lo estoy disfrutando 2 veces, allí y nuevamente aquí, seleccionando las fotos, escribiendo el texto y buscando enlaces para lo que cuento, aparte de los comentarios de cada post, que son ya imprescindibles, me alegro que te esté gustando.
Manurhill, vosotros tres ;) también veo que lo estáis disfrutando, no os perdáis el Castillo de Kerak, que es de los que os gustan. Sobre el tipo que se cargó el mosaico, se explica en el enlace que he puesto, le contrataron para examinar las ruinas de la iglesia antigua e incluirlas en la nueva que pensaban levantar y no les dio ningún valor, con lo que lo albañiles se emplearon con él…
Hay tantos ejemplos de destrucción de Arte en la Historia por desconocimiento, ignorancia o creencias (recordemos los “paños de pureza” añadidos posteriormente a La Capilla Sixtina de Miguel Ángel, por ejemplo) que la verdad es que podemos considerarnos afortunados de poder ver lo que aún queda…
Sí... a ver si los nubarrones le duran poco... Y le quitan el tratamiento.
ResponderEliminarA mí también me alegra leerte :D. De males ya bien ¿no?. Que creo recordar que la última vez que coincidimos estabas malito. Yo he pillado un resfriado...
Uff, eso fue como en el otoño creo ¿tanto hace? A ver si resucito el Messenguer, que esto no puede ser...
ResponderEliminarDe males ahora mismo no tengo ninguno (toco madera), salvo el precio de la gasolina, pero ese es endémico a toda la población. Mejorate del tuyo, que esta primavera está siendo muy loca con el viento y las lluvias, jeje. Un besazo.
Aquí estoy a base de paracetamol... Y, mira, algo mejor parece que estoy...
ResponderEliminarjaja, Paracetamol y mucha agua, que es lo que recomienda la Sanidad Pública (y mira que con los médicos que tú conoces y que no te den algo más potente...)
ResponderEliminarUn beso, y mejorate.
Pues mira, a la médico le hice caso precisamente. Que le dije: "Anda, me fío de tí, recétame algo". Pero no llevaba las recetas encima y me dijo: "Lo más probable es que sea un resfriado. Eso con paracetamol va bien. Pero vamos que tomes lo que tomes suele ser una semana más o menos. Es más que na pa contrarrestar los síntomas". Y mira... no quiero hablar mu alto, pero parece que ya estoy (casi)bien
ResponderEliminarBesitoooos
Bueno, me alegro un montón de que ya estés mejor...
ResponderEliminarAy, esta primavera los disgusto que está trayendo, que yo tenía un frío esta mañana que parecía más propio de Otoño que de mediados de Junio.
Besos.