viernes, 16 de enero de 2009

Esperando a Will

Una de las cosas que más me llama la atención de Madrid es cuando se produce el estreno de una película o una obra de teatro y se forma la alfombra roja a la que acuden tanto los protagonistas del filme como otros famosos y famosetes que acuden allí a lucir palmito.

Esta semana, por casualidad y mientras me despejaba la cabeza dando un paseo por la Gran Vía, he tenido la ocasión de participar del follón que se monta con uno de esos estrenos y he sacado dos conclusiones: La primera es que las probabilidades de ver de cerca a algún actor famoso es escasa o nula ya que pasan demasiado rápido para poder darse cuenta (a Jordi Mollá lo vi, pero no creo ni que fuera a entrar al estreno ya que se dio la vuelta al ver el gentío) La segunda es que a quien sí se puede ver, y todas las veces que se quiera, es a los famosetes, que se colocan en lugar bien visible, bien hablando con alguien o bien con el móvil en la mano (en esta segunda categoría pongo a Boris Izaguirre y a Jesús Mariñas, que bien que aguantaron el tipo en lo alto de la escalera…)

Y no, tras un rato pasando frío, no conseguí ver a Will Smith en persona, ni a Pilar Rubio, si es que estaba allí cubriendo el evento (ay oma, qué rica…)

4 comentarios:

  1. Casi que prefiero ver a Pilar Rubio antes que a Will.

    ResponderEliminar
  2. Manurhill, entre tu y yo, yo también.

    Esto es como cuando en Huelva me encontré a la salida de unos premios con Carolina Bang (la rubia de Pluton Brb Nero), Manuel Tafallé y Juan Luis Galiardo y acabe... dándole la mano a Galiardo. Que por muy majo que sea (y lo es), no hay color...

    Salu2.

    ResponderEliminar
  3. Jo, pues yo no se como me las apaño que las pocas veces que me encuentro famosos (sobre todo por zona Salamanca) no me doy cuenta hasta que han pasado...¿Cuenta que el otro día coincidí en el Ave con Palomares? (el de G.H) je,je

    Besitos y ronroneos enfurruñados (pero avisame cuando vengas y te hago un hueco hombre de dios)

    ResponderEliminar
  4. Jaja... Ok, si tu cuentas a Palomares yo cuento a su novia (flequillo inconfundible), que me la crucé por aquí un día.

    Y ya me gustaría poder llamar a los amigos de Madrid cuando voy, pero es que son jornadas demasiado apretadas (esta vez el único hueco fue éste y otro que me fui de rebajas al Corte Inglés, entre las 7 de la tarde y las 9, que habíamos quedado los compañeros para cenar...)

    Avisame tú cuando vengas por C.R, que aquí ando más relajado.

    Besos.

    ResponderEliminar

La moderación de comentarios se encuentra activada, por lo que tu comentario puede tardar un tiempo en aparecer.

Perdona las molestias y gracias por participar.