En mi imaginaria “lista de cosas por hacer antes de palmarla” ya puedo tachar una más: haberme comido unos huevos con patatas en Casa Lucio.
La adelantada comida de Navidad de la empresa se celebró allí y, entre plato y plato, pudimos escuchar del camarero algunas anécdotas de gente célebre que ha pasado por el establecimiento.
¿Que qué tal estaban los huevos? Pues en realidad no es para tanto. Eso sí, los callos estaban riquísimos, y el entrecot del segundo plato, sobre un plato caliente sobre el que se iba asando, delicioso…
La adelantada comida de Navidad de la empresa se celebró allí y, entre plato y plato, pudimos escuchar del camarero algunas anécdotas de gente célebre que ha pasado por el establecimiento.
¿Que qué tal estaban los huevos? Pues en realidad no es para tanto. Eso sí, los callos estaban riquísimos, y el entrecot del segundo plato, sobre un plato caliente sobre el que se iba asando, delicioso…
Al día siguiente, por supuesto, a dieta de piña.
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