Gran Hermano 9: La Final

Al final Judit (43,7%) ha sido la ganadora de Gran Hermano 9 y ha roto las previsiones que aquí mismo se hicieron en su día que daban a las gemelas como las favoritas. Se veía venir, tanto en las encuestas del Gato Encerrado (sin el cual no estaríamos aquí) como en los comentarios en este Blog del Gato Negro, Judit estaba cogiendo mucha fuerza y apoyos de cara a la final… Y así se ha visto en la gala de hoy.

Oliver ha quedado el cuarto (8,6%), y de su breve momento de gloria ante Mercedes ha tenido que responder más sobre aquél incidente lejano con Karen que sobre otras cuestiones, y para mi sigue siendo un tipo majete al que deseo mucha suerte de aquí en adelante…

Rodrigo, tercero (14,1%), lo primero que ha hecho ha sido lamentarse de no haber ganado (lo siento por Mi Querida Anónima, que apostaba por él) y después enfrentarse a su cuarteto particular de mujeres con las que ha tenido que convivir…

Que vaya cuatro jinetes del Apocalipsis, entre Amor, Lucy, Melania y Ángela...

Pamela y Conchi, las gemelas de Los Palacios han quedado segundas (33,6%) y han dejado momentos divertidos y genuinos, como ellas son, a las que se les perdona su obsesión por el maquillaje y su falta de rigor al expresarse (una se llegó a meter “en la boca del cocodrilo…”) y se llevan su premio particular, haber conocido a Oliver…

Y Judit, la que entró como gótica, poco a poco ha ido perdiendo su papel, al punto de que se la ve con mejor color de cara en Diciembre que cuando entró a finales de verano y ha acabado asumiendo el rol de marginada por el restos de sus compañeros, el "patito feo" con el que todos se metían y que al final acaba superándolo todo y ganando…

Como ya dije en su día, esto es entretenimiento televisivo, un producto más del zapping, criticable por algunos y defendible por otros. A estos concursantes quizá los volvamos a ver, en programas del corazón o en la portada de la Interviú, o quizá vuelvan a sus vidas cotidianas sabiendo que han vivido una experiencia más, al igual que otros hemos podido vivir el servicio militar, viajes, el año del Erasmus o una temporada en el extranjero perfeccionando idiomas, en definitiva, viviendo cada uno nuestra vida como mejor hemos considerado y haciendo amigos (y otros no tanto) por el camino…