En pocas horas la música volverá a sonar e iniciaremos otros 365 días donde espero que todos logremos nuestras metas y que al final podamos decir aquello de ¡Qué bueno ha sido este año!
Feliz 2009 a todos y gracias por estar ahí.
…y hay miles de belenes repartidos por toda la geografía española; los clásicos…
… y algún otro más original.
Incluso los SMS de felicitación de fiestas ya se están cociendo. ¿Qué nos falta?
Exacto, los villancicos, así que ahí va mi aportación para este año (que ya no me quedaban canciones para poner y otra vez Mariah Carey sería abusar). Esta vez me he puesto a dirigir la orquesta (literal y nefastamente, por cierto) y entre los músicos están las versiones Mii de familiares y amigos, que hacen lo que pueden...
Que a nadie, nadie, nadie se le ocurra pasarlo mal estas Navidades, que esto es para disfrutarlo, de la mejor manera que se le ocurra a cada uno.
Felices Fiestas a todos.
El caso es que, como todo el mundo sabe, la Segunda Temporada de Héroes tuvo que cerrarse antes de tiempo por la huelga de guionistas de Hollywood y quedarse en 11 episodios, acabando con Hiro, Matt, Peter y Nathan deteniendo a Adam Monroe e impidiendo que el virus Shanti se propagase y provocase una pandemia mundial.
Pero la idea que se tenía era otra, e implicaba a personajes que hasta ese momento no habían dado apenas juego…
AVISO: SPOILERS DE CAPITULOS QUE YA NO VEREMOS.
Así, el plan que Tim Kring, Jeph Loeb y Jesse Alexander tenían y que iba a ser desarrollados en el 2x12, 2x13 y siguientes partía de la base de que la ampolla con el virus se rompía y éste era liberado, extendiéndose rápidamente por Odessa y teniendo que poner a la ciudad tejana en cuarentena.
Nathan Petrelli
, con la ayuda de Peter, que provocaría una avalancha para aislar la ciudad, y de Matt Parkman, que obligaría mentalmente a los cuerpos de seguridad a cooperar, lideraría las acciones de contención del virus, hasta que él mismo fuese afectado, derrumbándose en una rueda de prensa (algo similar llegamos a ver, pero con un fondo bien distinto)A partir de ahí la mayor parte de los personajes acudirían al rescate a Odessa, Claire por ser su padre biológico uno de los afectados, Mohinder Suresh por ser el mejor experto en el virus y Maya Herrera (el personaje plomo por excelencia de toda la Temporada) por ser la única, gracias a su poder de enfermar a los que están a su alrededor, de ser capaz de contener el virus absorbiéndolo en su interior (y probablemente muriendo después)
Mientras tanto, Hiro ha caído en la cuenta de que no consiguió salvar el mundo ni evitar la propagación del virus, a pesar de haber capturado a Adam Monroe, por lo que se siente un fracasado y promete no volver a usar sus poderes temporales.
Por otra parte, Sylar sigue libre, siendo el despiadado asesino que conocimos en la Primera Temporada, obteniendo más y más poderes mientras que Elle en solitario le sigue los pasos sin conseguir cazarle.
Más tarde, Bennet descubrirá que en realidad Elle está sirviendo de cebo a Sylar y que todo es un plan de Bob, que tiene un as oculto en la manga para atraparle (aún a riesgo de exponer a su propia hija…)
Así llegamos a Mazagón, a unos 15 kilómetros al este de Huelva capital, con 20 grados en el ambiente y un radiante sol en el cielo. Aunque bañarse en noviembre hubiera tenido su gracia, el agua estaba demasiado fría (aunque no mucho más que en Galicia en pleno Agosto) y, por otro lado, la paz y la tranquilidad de la playa invitaba más a pasear y a coger conchas que a arriesgarse a un resfriado nada más llegar.
Como la idea era relajarse, habíamos preparado unos puntos de interés cercanos para visitar. Empezamos por la Reserva Natural de Dunas cercana a Matalascañas, la vimos rápidamente pues no tenía nada de especial. Queríamos ver algo del Parque Natural de Doñana, pero ya habíamos descartado la idea de contratar una visita guiada en todoterreno, la idea de pasar 4 horas en un Jeep para ver la fauna local no apetecía demasiado (quizá a la próxima), así que nos dirigimos a la Aldea del Rocío, desde donde se podían contemplar las marismas y la ermita, con la famosa Virgen de la Paloma Blanca, que todos los años en Domingo de Pentecostés es sacada de romería antes de tiempo por los peregrinos que saltan la reja.
De vuelta por Matalascañas paramos en la playa, donde los restos de la Torre de la Higuera, construida para vigilar y proteger el litoral de los corsarios y piratas berberiscos en el siglo XVI y parcialmente derrumbada en el terremoto de Lisboa de 1.755 sigue su lento proceso de erosión gracias al oleaje.
Al día siguiente y en dirección a Huelva encontramos el Monasterio de Santa María de la Rábida, donde se alojó Cristóbal Colón antes de partir hacia América. Antes hemos podido ver las réplicas de las tres carabelas con las que se realizó la hazaña y, al verlas de cerca y al estar dentro de ellas, aún me admiro más del coraje de aquellos aventureros que partieron en busca de las Indias y descubrieron un Nuevo Mundo. El recinto se completa con ambientación y figuras tanto de Palos de la Frontera como de los indígenas americanos, con los que no me resisto a retratarme.
A pocos kilómetros llegamos a Moguer, cuna del poeta Juan Ramón Jiménez y escenario de su obra “Platero y yo”. Encontramos un bello pueblo donde sus calles blancas y balcones enrejados parecen recién pintados y donde la cuidada decoración luce en cada esquina.
Huelva, Mazagón, Matalascañas, Doñana, el Rocío, los lugares colombinos y Moguer, buenos sitios donde perderse unos días
antes de volver a los fríos manchegos que ahora mismo estamos pasando.